Y que en unas horas nada tenga sentido porque "la vida está en dentro tuyo y sin ti".
domingo, 26 de diciembre de 2010
Palomilla
La palomilla que me he bebido quiere que esta noche sea una noche de canciones, o una mañana, y que empiece por ésta. Ahora habría que ver si el anís está íntimamente relacionado con que yo tenga tantas ganas de sustituir los minutos por unidades temporales contadas en canciones y de hilar el tiempo una y otra vez, incansablemente sin tener constancia de que ya pueda ser de día.
martes, 9 de noviembre de 2010
Acordes que aún me quedan
Hoy es una de esas noches en las que extraño sus sustos, sus canciones de medianoche y su perspicaz torpeza para equivocarme. Y tan equivocada estoy que aún espero que milagrosamente se aparezca con un musical pero sobre todo estremecedor
¡bú!
¿Sabes esa sensación de poner los dedos justo en esa línea del agua en que deja de existir?
lunes, 27 de septiembre de 2010
Silvio silba viento hoy
Mi relación con él viene a ser el ocaso de un verso mudo de los dedos de Silvio cuando nadan en filosos humedales de cuerdas. Ata las cuerdas de su mariposa de madera de la misma manera con la que él me embelesa desde el otro lado de la impericia en sus palabras rojizas, así era nuestra primavera. Nacimos de la cópula fortuita de las yemas seniles y marítimas y el sedal confuso y amargo. Ya fue todo. Se apagó la luz.
viernes, 24 de septiembre de 2010
Lo sublime y lo perverso.
Viólame la vista,
desgárrame el tacto,
penétrame el olfato,
muérdeme el oído...
¡desbórdame el gusto...!
desgárrame el tacto,
penétrame el olfato,
muérdeme el oído...
¡desbórdame el gusto...!
lunes, 2 de agosto de 2010
martes, 6 de julio de 2010
A ciegas, a tientas.
Ábreme los ojos,
métete dentro.
Nadie mira.
Déjame volar en tu azul cielo,
dame la mano,
aunque sea un pecado.
Nadie mira.
Háblame al oído,
emborráchame de palabras
y hazme el amor.
Nadie mira.
Bésame fuerte,
juega con mi lengua,
bébeme deprisa, con sed.
Nadie mira.
Anudemos un lazo,
entre tus ojos y los míos.
Nadie mira.
métete dentro.
Nadie mira.
Déjame volar en tu azul cielo,
dame la mano,
aunque sea un pecado.
Nadie mira.
Háblame al oído,
emborráchame de palabras
y hazme el amor.
Nadie mira.
Bésame fuerte,
juega con mi lengua,
bébeme deprisa, con sed.
Nadie mira.
Anudemos un lazo,
entre tus ojos y los míos.
Nadie mira.
sábado, 12 de junio de 2010
Pespuntes
Él olía a flores y su voz era humo.
Sus manos cosieron las extremidades de mi cuerpo.
En su pelo anidaban luciérnagas... su luz era inmensa;
algunas tardes caprichosas me mecían sus pestañas infinitas,
las siestas sabían a fruta.
Desnudó uno a uno mis frioleros pensamientos,
los cuidó con mimo y les dio alas.
Sí.. él olía a flores y su voz era humo.
Sus manos cosieron las extremidades de mi cuerpo.
En su pelo anidaban luciérnagas... su luz era inmensa;
algunas tardes caprichosas me mecían sus pestañas infinitas,
las siestas sabían a fruta.
Desnudó uno a uno mis frioleros pensamientos,
los cuidó con mimo y les dio alas.
Sí.. él olía a flores y su voz era humo.
miércoles, 17 de marzo de 2010
La noche y tú
La noche y tú no es más que
el desaforado encuentro
de la impaciencia y la calma.
Cómo dos imanes
que al repelerse,
se aguardan.
el desaforado encuentro
de la impaciencia y la calma.
Cómo dos imanes
que al repelerse,
se aguardan.
sábado, 6 de marzo de 2010
Mezcolanza de sentires infinitos
A veces, se lamían como gatos hasta saborearse el intelecto y las zonas erróneas.
miércoles, 3 de marzo de 2010
01.30
Ahora, tú, quizá duermas.
Mientras, yo pensaré en esta ausencia a medias,
en este tenerte tan lejos,
en el no poder ser mis brazos,
un abrazo con tus brazos.
Y es que entre tú y yo
hay centenares de sirenas
que con sus cantos ahogan marineros;
la distancia comprendida
entre mi verano y tu invierno.
Ahora, tú, quizá duermas.
Mientras, intentaré adjudicar
a tus fotos, tu voz telefónica,
a tus manos, tus caricias suaves,
a tus labios, el sabor
y la temperatura
de cualquier beso...
...que difícilmente me podrás dar.
jueves, 11 de febrero de 2010
Hoy quiero darle rienda a esta superstición
"El poder siempre manda,
si para tenerte aquí
habría que maltratarte.
No puedo hacerlo, sos mi dios.
Te veo me sonrojo y tiemblo,
qué idiota te hace el amor."
si para tenerte aquí
habría que maltratarte.
No puedo hacerlo, sos mi dios.
Te veo me sonrojo y tiemblo,
qué idiota te hace el amor."
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