martes, 14 de octubre de 2008

Él solo

-Me he dejado el dinero en casa, saca tabaco.
-¡Ah! Pero si yo fui con Jesús a tomar una cerveza. Gasté todo.
-¿Y cuánto vale una cerveza? Ayer no tomamos tanto.
-5 euros.

Y ya supe dónde había estado.

1 comentario:

aura dijo...

¿y dónde se quedaron mis ganas? En el cuenco de los frutos secos ya no quedan avellanas, sólo cáscaras de pistachos, olvidados, sin dueño, sin uso, sin sentido, solos... bueno, eso y un anacardo despistado que se olvidó de entrar en el plato.

¡Ven rápido a ayudarme a encontrarlas! Las sobras del cuenco se las daremos a Perico.