Querida portuguesita: La cuestión de los clacetines es un punto de inflexión obligatoria en el largo recorrido del acontecer humano. Dígame, ¿quienes somos nosotros para obligar a estar juntos a dos pares de calcetines? No somos nadie. ¿Quién nos asegura que dos calcetines, por el simple hecho de compartir semejanza en sus accidentes (color, forma, etc) quieran estar emparejados? No somos nadie para obligarlos a estar juntos. Por eso, yo me dedico minuciosamente, cada vez que hago la colada, a meterlos todos en un cajón, todos. Allí ellos hablan entre sí, se cuentan sus cosas, sin la necesidad de estar estrangulados con su compañero de accidentes. Cuando dos calcetines que se buscan se encuentran... se produce un hecho maravilloso... empiezan a caminar el uno junto al otro, dejándose llevar por la casualidad y por el miedo... por el temor de que esa mano misteriosa decida unirlos... o simplemente decida llevar "a juego" su ropa interior
Ayyyy... ¿y todo esto a que venía? ah sí, ya me acuerdo... la portuguesita se quedó petrificada al ver que aura llevaba dos calcetines dispares, que en nada se parecen el uno al otro, pero se quieren tanto... tanto tanto que aura no puede separarlos... no puede ser tan cruel. ¡Dejemos ser a los calcetines! aunque sólo sea un paseo corto, tan corto como ir a comprar el pan... o medio kilo de ciruelas. Piel con piel... si portiguesita... y en estos días tan largos y tan calurosos... ¡quema tanto el suelo!
14 comentarios:
el metacomentario: ya lo sé... esos zapatos no pegan con ese vestido.
¡magrismo real!
Aura, metacomentarse a las 5:32 de la mañana es signo de vivir en psiquiátricos. Y yo estoy en la habitación de al lado.
Bueno, como tú dices..dejemos ser a los calcetines!
Querida portuguesita:
La cuestión de los clacetines es un punto de inflexión obligatoria en el largo recorrido del acontecer humano.
Dígame, ¿quienes somos nosotros para obligar a estar juntos a dos pares de calcetines? No somos nadie.
¿Quién nos asegura que dos calcetines, por el simple hecho de compartir semejanza en sus accidentes (color, forma, etc) quieran estar emparejados?
No somos nadie para obligarlos a estar juntos. Por eso, yo me dedico minuciosamente, cada vez que hago la colada, a meterlos todos en un cajón, todos. Allí ellos hablan entre sí, se cuentan sus cosas, sin la necesidad de estar estrangulados con su compañero de accidentes.
Cuando dos calcetines que se buscan se encuentran... se produce un hecho maravilloso... empiezan a caminar el uno junto al otro, dejándose llevar por la casualidad y por el miedo... por el temor de que esa mano misteriosa decida unirlos... o simplemente decida llevar "a juego" su ropa interior
Querida, es una pena que ahora vayamos cada vez más descalzas algunas.
Shh...Bea nos va a matar...
mmm... y ahora es tiempo de sandalias, ¡estamos condenadas!noooooooooooooooo
O no... piel con piel ¿comida de tontos?
si hay hambre...
Ayyyy... ¿y todo esto a que venía? ah sí, ya me acuerdo... la portuguesita se quedó petrificada al ver que aura llevaba dos calcetines dispares, que en nada se parecen el uno al otro, pero se quieren tanto... tanto tanto que aura no puede separarlos... no puede ser tan cruel. ¡Dejemos ser a los calcetines! aunque sólo sea un paseo corto, tan corto como ir a comprar el pan... o medio kilo de ciruelas.
Piel con piel... si portiguesita... y en estos días tan largos y tan calurosos... ¡quema tanto el suelo!
Lo-importante-que-es que esto esté escrito un lunes. Iniciativa y emprendimiento.
un lunes que era domingo... o un domingo que se convirtió por capricho en lunes...
1000 puntos para mí!!!
Hoy también.
Dice: -Tatiana, ¿qué te iba a decir?
Respondo: -¿Qué?
Y ya hablamos de otra cosa.
¡Esa conversación parece sacada de un diálogo de Ionesco!
¿Dónde se quedó escondido lo real?
Lo real quedó escondido detrás de 'ese formidable burdel'.
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