A lo mejor, me da por usar cualquier perfume parisino, uno de esos que se echa apretando una bola. Sí, y hacer más denso el aire que envuelve el cuello. Podría declinarme por los botes con forma de estrella, de boca, de nube o de corazón, de simetría imposible y andar por el cielo vestida de colores. Otra opción sería comprarme uno de vainilla, canela, coco, mora… un perfume frutal en crema que huela a distancia y con muy poco, no sé pero me cambiaré a cualquiera que no te guste.
lunes, 28 de enero de 2008
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1 comentario:
Yo seguiré usando el mismo perfume sobre la misma piel, por mucho que te guste. Y cuando tu nariz lo salude de lejos, sabrás que tus dedos no podrán ni oler mi piel.
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