jueves, 27 de diciembre de 2007


El invierno huele a pellizcos de naranjas, a aire seco, a naricitas de payaso, a frío, a silencio, a flores secas... a escarcha. A viento congelado que va y viene sin saber muy bien a donde va... Hoy sólo escribo banalidades.



.:.Tengo frío en los brazos.:.





martes, 4 de diciembre de 2007

La vida azul


Apus apus. Tiene las alas muy largas y las patas muy cortas por eso casi nunca está en el suelo. Se pasa unos nueve meses al año volando. Come volando placton aéreo. Duerme volando en las capas altas de la atmósfera a unos 2000 metros. Copula volando. Cuando está en la superficie le es muy difícil volver al cielo y si está mucho tiempo puede perder la fuerza para volver a volar. Tienen hábito monogámico y las crías abandonan el nido sin necesidad de aprender a volar y no vuelven a él. Se podría decir que los vencejos son los que mejor se adaptan al vuelo, viven en él.

En estos momentos usted (prefiero a hablar de usted, pues no sé muy bien a quien me dirijo) se dispone a adentrarse en el mundo de la lectura, como oye. Un mundo interesante, donde escoger bien es lo principal. Hay algunos que se conforman con cualquiera, donde comienzan a leer sin saber ni siquiera el nombre del libro, ¡qué absurdo! Eso es lo primero que debe hacer un buen lector. Dependiendo del título un libro puede llamar más o menos nuestra atención. Ejemplo: La fenomenología del espíritu o El Principito.
La portada es otro punto clave donde nos debemos parar, es indispensable, puesto que una portada bonita siempre nos llamará la atención. Pero lo verdaderamente trascendental es el interior. Un buen libro debe ser inquietante, te debe remover por dentro, tiene que provocarte adicción, es decir, sin inquietud, el libro sólo sería eso, una portada bonita y un título interesante.
Una vez advertidos únicamente puedo anhelaros suerte, y desearos que pronto descubráis ese libro que os haga temblar por dentro (y por fuera).