lunes, 18 de febrero de 2008

Razón de peso

Tengo la tonta manía de echar ciertas cosas de menos, de imprescindibilizar, y creer que extraño de verdad. De sentir que me hace falta, a lo mejor sólo a veces, pero en ese momento me es indispensable. Se me hace una locura tener que aguantarme con el recuerdo o tener que empeñarme en olvidarlo, para no echarlo de menos. Desde entonces establecí un criterio para que ganaran consistencia las cosas que añorar, consistía en perpetuar las de gran peso y despreciar la fugacidad. Pero este fundamento se deshizo en uno de esos momentos más surrealista y minimalista que a veces se quieren olvidar pero que brotan en mi cabeza con cualquier palabra implícita de su contexto. Y ahora no sé que criterio seguir o en qué basarme para distinguir en lo que debería quedarme porque me ha sido imposible creer que la levedad se encuentre sólo en lo efímero y que la fugacidad me capacite para no acordarme.








Imagen: Tácito

Shh







Mátame si ya no te soy de utilidad


lunes, 11 de febrero de 2008

Distancia


No, de lejos no me dueles nunca.

sábado, 9 de febrero de 2008

Ponme una tapa que te haga famosa

Casi las 23.00, llegaron dos parejas que rondaban la vejez.

-Hola

-Hola, ponte una sin, una fanta de limón y dos botellines que estén frescos. (uno de de los dos hombres).

-Vale. Ahora mismo se los bajo.

-¡Ah! Y a ver que tapa nos pones. (una mujer).

Yo le puse todo y de tapa alcachofas, era la que tocaba. Al rato me pidieron otra ronda.

-Nena, ponte lo mismo pero sin la fanta.(un hombre)

Le bajo las bebidas y de tapa ensalada campera, que era lo que tocaba. Al rato, me llama una mujer que me llama nena:

-Nena, porque nos pones estas tapas, a mí no me gustan las ensaladas y estoy viendo otras tapas por ahí, medias lunas y eso y ¿por qué nos pones a nosotros ensaladas?

-La primera no era ensalada, eran alcachofas. Es que en la cocina siguen un orden para poner las tapas porque está establecido así.

-Ya... pero es que a mí no me gusta la ensalada.

(Se me estiran los labios)

-Es que yo no sé lo que le gusta a usted.

-Bueno, pon una tapa de carne.

-¿Le pongo ochíos con lomo?

-Sí, vale, ¿pero cómo es el lomo? ¿De barra?(la otra mujer)

-Son ochíos de lomo adobao.

-A mí eso no me gusta. (la otra mujer)

-Bueno ponlos de lomo a la plancha.(la mujer que me llama nena).

-Son de lomo adobao, esa tapa es así.

-Bueno... vale.

Subo, me cabreo, los pido. Bajo una cuenta o un algo y vuelvo a bajar. La otra mujer me da con la mano:

-Nena, ¿es qué se te han olvidao?

-No. Los acabo de pedir, tendrán que hacerlos.

-Ah bueno.



Déjenme entre nosotros que la llame impertinente por la forma y no por lo dicho, aunque tampoco me parezca lo apropiado.

jueves, 7 de febrero de 2008

Marzo


No lo he podido evitar

lunes, 4 de febrero de 2008

Síntesis

Que me resultas imposible
por el hecho de quereme.